Biografía
Néstor Damián Girett: La Voz Auténtica del Corazón Paraguayo Néstor Damián Giret
Damián Giret Chaparro, consagrado en el mundo artístico como Néstor Damián Girett, es una figura fundamental y perdurable de la música folklórica paraguaya. Con una carrera que se extiende por más de cinco décadas, no solo ha destacado como cantante y guitarrista, sino también como un prolífico compositor, productor discográfico y comunicador radial. Su música, profundamente arraigada en las vivencias y paisajes del «tierra adentro» paraguayo, lo convierte en un vehículo esencial para la expresión de la identidad nacional a través de géneros como la polca, la guarania y el chamamé, dejando una marca imborrable en el acervo cultural del país.
Orígenes entre Cordillera y Misiones: El Nacimiento de un «Arribeño»
Néstor Damián Girett Chaparro vino al mundo en Loma Eíra (Pindoty), distrito de Isla Pucú, departamento de Cordillera. Existe una particularidad respecto a su fecha de nacimiento: según el testimonio de su madre, María Ignacia Chaparro (oriunda de Caraguatay), él nació un Jueves Santo, el 12 de abril de 1948. Sin embargo, fue inscrito incorrectamente por el juez con la fecha del 12 de mayo de 1948. Es importante notar que algunas fuentes posteriores mencionan el año 1950, basándose en referencias a su edad en entrevistas más recientes, lo cual refleja las discrepancias comunes en registros biográficos construidos a partir de diversas fuentes.
Hijo de Enrique Girett y la mencionada María Ignacia, su conexión con el departamento de Misiones se forjó casi desde su nacimiento. Apenas unos días después de nacer, la familia se trasladó a Cuatro Bocas (hoy Colonia Tristán Salazar), en Misiones. Aunque vivió allí hasta los cuatro años y luego pasó un tiempo con un tío cerca de su natal Isla Pucú hasta los ocho, regresó a Misiones, consolidando un vínculo profundo con esta región. Este ir y venir entre Cordillera y Misiones nutrió su identidad como «arribeño», término que él mismo abrazaría para describir su conexión con el interior del país.
Despertar Musical y Primeros Pasos
Su vocación musical despertó a los 13 años al tomar por primera vez la guitarra que su padre había comprado para su hermano mayor, Atilio. Mientras ellos trabajaban en la chacra, Néstor Damián practicaba en casa bajo la mirada atenta y el apoyo de su madre, una admiradora de las guaranias de grandes maestros como José Asunción Flores. Sus primeras experiencias musicales incluyeron ser «estacionero» en Semana Santa, aprender de las serenatas dedicadas a sus hermanas y participar en las «bailantas» locales. Antes de buscar horizontes profesionales, formó parte del grupo «Estrella del Sur» y luego el «Dúo Alma Misionera», ambos junto a su hermano Atilio.
Servicio Militar, Bohemía y las Primeras Composiciones
A los 15 o 16 años (la edad más citada es 16), se incorporó al servicio militar en San Juan Bautista, Misiones, donde alcanzó el grado de Cabo Primero y finalizó su conscripción alrededor de 1966. Ya desde adolescente era conocido por su espíritu «travieso y bohemio», frecuentando tertulias, festivales y serenatas. Esta pasión a menudo chocaba con la disciplina militar, sufriendo castigos por escaparse para cumplir compromisos musicales. Fue precisamente en este período de guitarreadas, serenatas y fiestas patronales donde comenzó a florecer como compositor. Canciones emblemáticas como «Misiones che guataha» (compuesta en 1966 como una nostálgica despedida de su tiempo en Misiones), «Margarita pe ğuară», «Kuña mi py’a hata» y «Adiós mi prenda perdida» nacieron de estas vivencias.
El Camino a la Capital y el Encuentro Decisivo
Con la bendición materna, partió hacia Asunción en 1966 con el sueño de triunfar en la música. Curiosamente, su viaje tuvo una parada inesperada en San Lorenzo, al confundirla con la capital por indicación del guarda del ómnibus. Alquiló una pieza en una pensión y comenzó a subsistir cantando en la calle Palma y en bares como el célebre «El Rubio». Formó un efímero conjunto llamado «Preludio Nativo».
Un encuentro crucial en «El Rubio» con Hilarión Correa lo llevó a una «musiqueada» en Villa del Rosario. Allí conoció a una joven llamada Teresita, de quien se enamoró y por quien permaneció seis meses. De esa intensa relación nació la canción «Rohejáta Teresita». Esta composición se convertiría en su llave maestra al regresar a Asunción en 1968. Frecuentando la Parrillada Campú, conoció al arpista Alfonso Giménez y luego al ya consagrado Dúo Pérez-Peralta. Al escuchar «Rohejáta Teresita», quedaron impresionados y lo incorporaron a su conjunto como contrabajista, cantante y compositor. Durante los casi cuatro años con ellos, recorrió el país, ganó notoriedad y comenzó a grabar sus temas. Fue también en esta época, inspirado por el nombre del artista Néstor Fabián y por recomendación de Monseñor Bogarín Argaña, que adoptó su nombre artístico definitivo: Néstor Damián.
El Despegue Solista y la Consolidación de «Los Misioneros»
El año 1970 marcó un hito con el lanzamiento de «Amar y vivir», grabada con el Dúo Pérez-Peralta. Con música de Girett (inspirada fortuitamente al ver pasar a una mujer) y letra de Elifio Edifauto Escobar, la canción fue un éxito rotundo en Paraguay y Argentina, consolidando su popularidad.
En 1972, decidió emprender su propio camino formando «Néstor Damián Girett y su Conjunto», con el que grabó cinco LPs. En 1980, el grupo adoptó el nombre que lo identificaría definitivamente y subrayaría sus raíces: «Néstor Damián Girett y Los Misioneros». Con esta formación, que ha mantenido una trayectoria de décadas (más de 45 años para 2017) y sigue activa, se ha consolidado como un referente indiscutible. También fundó el Trío Misioneros Paraguayos en 1982, con el que actuó en Cosquín, y colaboró temporalmente con otros grupos como «Los Súper Luminosos», cuyo álbum conjunto «El Trovador del Alma» fue un gran éxito de ventas.
Cruzando Fronteras: La Era de Cosquín
Su proyección internacional se afianzó en la década de 1980. Tras un primer viaje a Córdoba (Argentina) en 1983, debutó en 1984 en el prestigioso Festival Nacional de Folklore de Cosquín. Su presencia allí fue constante durante once años consecutivos, hasta 1997, tanto en el escenario principal como en las influyentes peñas oficiales. Este logro le valió importantes reconocimientos: el Premio Revelación en 1986 (con el Trío Misioneros Paraguayos) y la distinción como Revelación de la Peña Oficial en 1994. Su música también resonó en otros festivales argentinos como el de Jesús María.
Artista Multifacético: Radio, Producción y Creación Incesante
Más allá de los escenarios, Néstor Damián ha sido un activo comunicador a través de su programa radial «Vida, Pasión y Canto». Como productor, fundó su propio sello discográfico, Marlene Producciones (en honor a su hija Darcy Marlene), asegurando control sobre su obra y lanzando trabajos con apoyo del FONDEC.
Su creatividad es asombrosa: ha compuesto más de 1000 canciones y grabado más de 800. Entidades como APA y AIE administran más de 700 de sus obras. Su discografía incluye decenas de álbumes (trabajaba en el volumen 52 hacia fines de 2021) y su música está disponible en plataformas digitales.
En una etapa madura, plasmó sus memorias y la historia detrás de sus canciones en el libro autobiográfico «El Arribeño», reforzando esa identidad ligada a sus orígenes y al sentir del interior paraguayo. Su vasto repertorio incluye clásicos como «Misiones che guataha», «Isla Maleta», «Salud che paraje kue», la premiada «Ahakuetévo ascribita» («Puerto Irala Poty»), «Rohejáta Teresita», «Amar y vivir», «Por culpa de una esquelita», «Ñane Mitarõ Guare», entre muchas otras.
Reconocimientos y Legado Perdurables
La carrera de Néstor Damián ha sido honrada con innumerables distinciones a nivel local, departamental, nacional e internacional. Destacan:
- Hijo Dilecto de San Juan Bautista Misiones (2002) y del Departamento de Misiones (2008).
- Premio Nacional de Música (2005) por «Ahakuetévo ascribita».
- Pluma de Oro de Misiones (2014).
- Orden Nacional al Mérito Comuneros (2020), máxima distinción de la Cámara de Diputados.
- Reconocimiento a la Trayectoria por la Cámara de Senadores (2023).
- Los mencionados premios en Cosquín (1986, 1994).
- Ciudadano Ilustre y Llave de la Ciudad en diversas localidades.
Su legado trasciende los premios y las cifras. Néstor Damián Girett es la encarnación del «músico de tierra adentro», la voz que expresa la «paraguayidad» con autenticidad y sentimiento. Ha sabido conectar generaciones a través de historias y melodías que hablan del amor, la nostalgia, los paisajes y la identidad cultural paraguaya. Conocido cariñosamente como «Micho» o «Girett’i» por sus cercanos, y como la «Pluma de Oro de la Música» en Misiones. A lo largo y a lo ancho de la geografía paraguaya y en el exterior, Néstor Damián Girett es uno de los más representativos exponentes de la música paraguaya.